Y, ¿qué clase de talento necesitamos hoy? Sin duda no es un talento estático, conformista, débil y obediente.
Es un talento disruptivo. Es un talento a ser percibido en su despertar, conversar, vivir, amar y confiar.
¿Estoy alineado?
Despertando
De nuestro conformismo, inercia, rutinas, comodidades que hacen que la vida vaya pasando suavemente, predeciblemente, sin sobresaltos.
Pero ese dormitar no nos hace sentirnos felices, ni nos va a permitir dirigir nuestra vida. Es como si todo viniese a nosotros. Aquí se da el gran empoderamiento de las circunstancias y de un destino que no se sabe bien quien determinó.
Enfréntate a tu conformismo. Decídete a vivir tu vida. Merece “la alegría”. Arriesga y disfruta de nuevas sensaciones, de nuevas experiencias. Vive intensamente.
Conversando
Con los que son parecidos a ti y con los que son muy diferentes. Siempre que converses estando dispuesto a aprender del otro, tu mundo se te abrirá, se hará más ancho, más rico y esa riqueza llegará a ti.
Y dale prioridad a tu escucha mientras sujetas a tu ego que intentará demostrar enseguida al otro que sabe más, que es más listo y que necesita hablar con urgencia. Presta atención. Estate presente. Respeta al otro como legítimo otro.
Viviendo
A partir de ir encontrando circunstancias que te atrevas a colorear con tu color favorito. Sin tratar de esconder y no aceptar la realidad pero sí buscando lo positivo que hay en ella sea cual sea.
Y este vivir exige aprender, es decir, cambiar, evolucionar, crecer, mejorar.
Retrasa tu vejez mental. Sigue siendo, sigue experimentando, sigue viviendo, sigue disfrutando del camino.
Amando
Desde la generosidad, la aceptación del otro como un ser digno de tu amor. Desde el respeto a las diferencias y el entendimiento de la no superioridad sobre nadie. Desde el no juicio. Desde el amor, el respeto y la aceptación de uno mismo. Desde el saber que el amor no es cuestión del otro sino de uno mismo. Y sabiendo que no se puede dar lo que no se tiene.
Desde la confianza
En el ser humano con capacidades muy diferentes unos de otros y ninguno perfecto. Pero todos necesitados de que alguien confíe en nosotros. Ese confiar en el otro va muy ligado a la compasión por el otro. Es entender, sentir y actuar. Va más allá de la empatía.
Y si para que confíen en nosotros es necesario que nosotros confiemos en ellos, lo será aún más que, de entrada, confiemos en nosotros mismos.
Lo que vamos haciendo depende de como “vamos siendo”. Y al mismo tiempo vamos siendo en base a lo que vamos haciendo. Y vamos haciendo como vamos creyendo. Y todo según vamos sintiendo. Y así vamos sintiendo, creyendo, haciendo, confiando, viviendo y siendo humanos inacabados pero maravillosos.
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José Maria Gasalla
Conferenciante inspiracional, escritor y animal curioso